Cargo el último instante del domingo.
Los pedazos de un espejo roto
Las ollas y las sartenes viejas.
A mi espalda, vestigios del tercer mundo.
Las pesadas sequías, los vientos helados.
Tierra de cementerios y tréboles marchitos
Me duelen las esquinas de los cuadros.
Las alfombras raídas.
Y esos vestidos heredados, de tallas que no son la mía.
Guardo con cuidado esos pocillos rotos,
los dientes de leche de mis hijos;
Y guardo calendarios de otro siglo.
La nostalgia sola
El hambre toda.
La angustia, las deudas y la memoria.
Cargo un alma vieja,
el frío y esta sensación,
de ver correr los años, como el agua.
Ana Milena Castro Fernández
Colombia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario