En el año 2012, la comunidad científica celebró un hallazgo que permite entender por qué existe la materia de todo el universo y por qué el mundo es como es. ¡Casi nada! Este descubrimiento se produjo gracias al Gran Colisionador de Hadrones (más comocido como el acelerador de partículas), que, aunque suene a nave espacial de ciencia ficción, es una máquina inmensa y muy real, con forma de anillo de varios kilómetros de longitud, que se encuentra bajo tierra en el CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), en la frontera de Suiza y Francia, y que sirve para profundizar y aumentar nuestros conocimientos sobre el origen y la formación del universo.
Y una de las cosas que este aparato ha permitido desvelar es la existencia de una partícula diminuta y tan fundamental que algunos se refieren a ella como <<la partícula de Dios>>. Se llama el bosón de Higgs y es el responsable de que todo lo que hay en el cosmos tenga masa, desde un grano de arena hasta un elefante y, además, ayuda a explicar por qué se formaron estrellas, galaxias y los sistemas planetarios tras el Big Bang.
¿Y quién hay detrás de este hallazgo, considerado el logro más importante de la física y la cosmología de los últimos 30 años? Pues una mujer, Sau Lan Wu, que lideró el equipo del CERN que descubrió el famoso bosón después de años de búsqueda. De hecho, Wu, que ya había ayudado a descubrir otras partículas, también invisibles, como el gluón y el quark, estaba obsesionada con él, consciente de que esta diminuta pieza del universo iba a ayudarnos a entender mejor de qué está hecho el mundo.
Por eso, a pesar de tener que dedicar dos décadas de su vida y cientos de pruebas a esta investigación, nunca se rindió y, cuando por din encontró la pista que demostraba su existencia, sonrió y exclamó feliz: <<Llevo 20 años buscándote!>>. Quien la sigue, la consigue.
¿Y quién hay detrás de este hallazgo, considerado el logro más importante de la física y la cosmología de los últimos 30 años? Pues una mujer, Sau Lan Wu, que lideró el equipo del CERN que descubrió el famoso bosón después de años de búsqueda. De hecho, Wu, que ya había ayudado a descubrir otras partículas, también invisibles, como el gluón y el quark, estaba obsesionada con él, consciente de que esta diminuta pieza del universo iba a ayudarnos a entender mejor de qué está hecho el mundo.
Por eso, a pesar de tener que dedicar dos décadas de su vida y cientos de pruebas a esta investigación, nunca se rindió y, cuando por din encontró la pista que demostraba su existencia, sonrió y exclamó feliz: <<Llevo 20 años buscándote!>>. Quien la sigue, la consigue.
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