1. Todo sistema de trabajo es mental, puesto que se apoya en la mente y se maneja a través de la mente.
2. Hay una forma de trabajo mental que está basada en la lógica y en la causalidad, o búsqueda de enlaces de causas y efectos. Esta forma de trabajo presupone la existencia de un "tiempo", con un "antes" y un "después", en el que las cosas suceden unas a continuación de otras.
3. De esta forma de trabajar nacen las categorías y la dualidad: bueno y malo, sí y no, blanco o negro...
4. Hay otra forma de usar la mente, que en cierto modo está más allá de la lógica y de la causalidad, puesto que mediante ella coexisten el antes y el después, lo bueno y lo malo, el día y la noche... Es una forma de ver la realidad que podría llamarse holística (del griego "holos", todo), frente a la forma lógica o secuencial. Ambas se asientan, respectivamente, en los hemisferios cerebrales derecho e izquierdo.
5. A lo largo de la historia, el ser humano ha dado preferencia al funcionamiento con uno y otro hemisferios cerebrales. La civilización occidental utiliza con preferencia el hemisferio izquierdo, y a causa de ello la lógica, la ciencia y la objetividad, pero también la falta de sensibilidad, la ceguera ante las consecuencias a largo plazo de nuestros actos y el sentimiento de aislamiento en medio de la multitud son la constante de cada día para la inmensa mayoría de la humanidad.
6. La Cábala propone un trabajo con ambos hemisferios cerebrales, en otras palabras, la utilización conjunta de la visión secuencial y de la visión holística. El trabajo ha de ser experimental, y ello presupone unos determinados pasos a lo largo de un tiempo, y un orden a seguir. Pero también es necesario usar métodos tales como la asociación de ideas (alguien la llamó "el dominó mental"), la inducción (ir de lo particular a lo general, como complemento necesario de la deducción, que va de lo general a lo particular) y la analogía ("las cosas semejantes tienen algo en común").
7. Toda afirmación es, hasta que se prueba, una mera hipótesis de trabajo, que debe de ser verificada o desechada.
8. Tanto las hipótesis de trabajo verificadas como las que acaban siendo desechadas lo son provisionalmente: nunca hay una seguridad absoluta ni definitiva acerca de ninguna cosa. Y es muestra de sabiduría aceptar alegremente esta inseguridad.
9. No hay más autoridad que la que deriva de la propia experimentación, el propio discernimiento y la propia sensibilidad. Todos los verdaderos Maestros y Guías han mostrado un camino, el que ellos han recorrido. pero los caminos son infinitos, y cada uno ha de descubrir el suyo propio.
10. Todos los caminos confluyen en un centro único. Los que llegan a él descubren que está en todas partes, y que siempre estuvieron en él, porque es la Única Realidad.
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