Había una vez un matrimonio, con un hijo de 12 años y un burro, que se pusieron a viajar para conocer mundo. La llegar al primer pueblo, la gente murmuró: <<Mira ese chico... Él subido al burro y sus padres, caminando>>. La mujer le dijo entonces a su marido: <<No dejemos que hablen mal del chico, ve tú en el burro>>. Al pasar por otra ladea, alguien comentó: <<Vaya sinvergüenza. Este tipo deja que su esposa y su hijo tiren del asno mientras él va muy cómodo sobre el animal>>. Al escuchar aquello, decidieron que sería la mujer quien iría a lomos del burro. Y , de nuevo, les llovieron las críticas: <<Pobre hombre... Después de trabajar todo el día, tiene que llevar a su esposa en el burro mientras él y su hijo van caminando...>>. Así que se subieron los tres la asno y siguieron con su peregrinaje. Entonces, los tacharon de maltratadores de animales. Muy afectados, resolvieron ir los tres andando. Pronto, se quedaron de piedra al oír: <<Qué idiotas, van caminando cuando tienen un burro que podría llevarlos>>.
Al final, entendieron que, hicieran lo que hicieran, siempre habría alguien que les criticaría, juzgaría y hablaría mal de ellos. Y es que, por mucho que te esfuerces, no puedes gustar a todo el mundo, así que vive como creas que has de hacerlo y sigue siempre a tu corazón.
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