Un niño se acercó a su madre, que estaba liada entre pucheros en la cocina, y le entregó una hoja de papel, en la que había escrito un listado de cosas. Tras secarse las manos en el delantal, la madre cogió el papel y empezó a leer lo siguiente: <<Por limpiar mi habitación cada semana, 5 euros. Por ir a la tienda a hacer la compra, 5 euros más. Por cuidar a mi hermano cuando tú sales a algún encargo, 10 euros. Por barrer el comedor después de cada comida, 3 euros, y por sacar buenas notas, 10 euros. Total, me debes 33 euros>>.
La madre, con cara de asombro pero con una media sonrisa en los labios por la picardía que demostraba su hijo, le dio la vuelta a la hoja y escribió esto: <<Por tenerte en mi vientre nueve meses, sin cargo. Por las noches que pasé junto a tu cama, cuidándote y velando tu sueño, sin cargo. Por las lágrimas derramadas durante estos años, por los momentos difíciles que me hiciste pasar, sin cargo. Por la comida, por la ropa, por tus libros y cuadernos, por limpiarte la nariz... Todo esto lo tuviste completamente gratis>>. Así que tras leer su escrito, el pequeño se puso a llorar, miró a los ojos a su madre y escribió con letras grandes: <<LA CUENTA ESTÁ PAGADA>>. Y es que, cuando uno hace algo realmente por amor, jamás debe esperar nada a cambio.
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