Llovía y el agua me caía por las mejillas como si de una manguera me estuvieran tirando agua, así las lágrimas ni se veían, era el momento perfecto para esa tromba de agua.
Me imaginaba metida en una película de fantasía en la cual en el momento menos esperado aparecería delante de mi un príncipe para salvarme de aquella situación.......
Continuará.
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